El cerdito Pepito y Bernarda, la angelita de la guarda - Fábula
El cerdito Pepito
acostumbraba a liarla parda, por eso diosito le pusiera una angelita de la guarda.
La cerdita lo protegía de todo momento peligroso,
como cuando por un poco de miel se iba a pelear con un oso.
haciendo que unas abejas al oso atacaran y así del cerdito Pepito lo alejaran.
El cerdito Pepito era tan gamberro y tan bonito, que Bernarda, la angelita de la guarda,
de él se enamoró y a diosito le pidió volver a ser mortal para poder estar con un cerdito tan especial.
Diosito,
hizo posible lo imposible.
El cerdito Pepito cuando a Bernarda conoció también de ella se enamoró.
Lo que no sabían era que sin angelita de la guarda el cerdito Pepito ya no podía liarla parda, y como la lio su suerte se acabó.
Bernarda, desesperada, con diosito volvió a hablar, y diosito la volvió a ayudar.
Ahora están los dos en cielo,
porque, niños y niñas, chavalas y chavales, aunque no lo creáis también hay un cielo para los animales.
MORALEJA: Cuando te visite la desesperación y pienses que nadie te puede ayudar hacia arriba debes de mirar, nada tienes que perder y mucho que ganar.
José Enrique Oti García.
como cuando por un poco de miel se iba a pelear con un oso.
El cerdito Pepito era tan gamberro y tan bonito, que Bernarda, la angelita de la guarda,
Diosito,
El cerdito Pepito cuando a Bernarda conoció también de ella se enamoró.
Lo que no sabían era que sin angelita de la guarda el cerdito Pepito ya no podía liarla parda, y como la lio su suerte se acabó.
Ahora están los dos en cielo,
porque, niños y niñas, chavalas y chavales, aunque no lo creáis también hay un cielo para los animales.
MORALEJA: Cuando te visite la desesperación y pienses que nadie te puede ayudar hacia arriba debes de mirar, nada tienes que perder y mucho que ganar.
José Enrique Oti García.
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